El otro día me hicieron llegar una noticia que me dejó impactado y preocupado. Se trata de las esponjas de cocina convencionales y de cómo representan un peligro para nuestra salud. Y es que tenemos un enemigo en casa, un villano que cultiva bacterias.
Según la Universidad de Furtwangen, en Alemania, las esponjas de cocina contienen más microorganismos dañinos que la tapa del inodoro e igual que las heces. Sí, así es. Lograron hacer exámenes de ADN a 14 esponjas de cocina convencionales y lo que se demostró es impresionante.
El estudio, que ya está publicado en Scientific Reports, evidenció que hay cantidades ingentes de bacterias, aunque suene redundante, pues es así. Muchísimos microorganismos que conviven con todos nuestros artículos de cocina.
Una de las bacterias que se encuentran en las esponjas de cocinas convencionales es la Moraxella, que está asociada a la producción del mal olor, y que además compromete a cualquier persona que tenga deficiencias en el sistema inmunológico.
Dentro del texto, los expertos señalan que durante mucho tiempo hemos colocado una capa de gérmenes en nuestros platos y vasos, que no se mueren con la presencia del jabón para lavar las vajillas. Y lo que es peor aún, no lo hacen ni con cloro, lavandina o lejía (como bien le digan en tu país).
No todo está perdido con las esponjas de cocina
En el mismo artículo leí algunas opciones que dan los científicos para tratar de mejorar la situación de las bacterias en las esponjas de cocina, específicamente en el área del friegaplatos.
Antes de decirte qué indican los estudiosos, es importante que conozcas que aunque limpies con agua hervida y cloro tus esponjas de cocina convencionales, no detendrás la proliferación de bacterias. ¡Peor aún! Crearás un ambiente idóneo para que se reproduzcan más rápidamente, con relación a una fregona nueva.
La primera sugerencia de la que hablan los expertos es colocar la esponja en un recipiente con nueve partes de agua y una de cloro y, una vez hayas acabado de lavar los platos, colocarla de 10 a 30 segundos para eliminar la mayor cantidad de gérmenes.
Ese procedimiento tiene que realizarse cada vez que terminemos de asear todos nuestros artículos de cocina. Es engorroso, sí. Una manera más práctica, pero más costosa, es cambiar cada semana la esponja de cocina.
La solución más sencilla:
Buscar la manera de combatir a estos “villanos” es una tarea que me propuse junto con mi equipo, sobre todo cuando Jamie está expuesto de forma silenciosa a todas estas bacterias. Me siento más tranquilo cuando sé que uso estas esponjas que mantienen seguro ese lugar que tanto buenos momentos nos ha dado: la cocina.
Por eso nosotros tenemos una alternativa práctica y segura. Con el set de esponjas de Chef James puedes evitarte mayores problemas con las bacterias y las esponjas de cocina tradicionales, pues éstas te indicarán, al cambiar de color, cuándo debes cambiarla y su tecnología evita la proliferación de estas bacterias. El paquete trae cinco y tienen un recipiente sostenedor que se adhiere fácil al área de fregar los platos.
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